- Empieza de los pies a la cabeza.
- Apoya los tacones en el piso y levanta la punta de los pies en dirección a las rodillas tensionando.
- Junta las rodillas.
- Intenta juntar los glúteos con la intención de tensionar los intestinos y las vísceras.
- Alza tus hombros y acércalos uno al otro todo lo que puedas, haciéndolos hacia adelante.
- Esto te obliga a cruzar los brazos.
- Aprieta los puños cerrándolos con todas tus fuerzas.
- Frunce la frente y el entrecejo.
- Aprieta con cuidado los ojos y la dentadura.
- Respira profundamente.
- Retén el aire dentro cuanto te sea posible.
- Suelta de golpe esta postura dando un suspiro y gritando si lo necesitas.
- Disfruta la agradable sensación de alivio por unos momentos.
- Después de hacer el ejercicio seguramente tendrás otra perspectiva de las cosas que como eran antes del ejercicio. Al cambiar la fisiología y oxigenar más pensamos y vemos la misma situación desde otra perspectiva.
Fuente: EstrategiasPNL